AUSTRALIA Y LAS GRANDES ISLAS QUE LA RODEAN
Hállase situada Australia en el hemisferio meridional, entre el océano Pacífico y el índico, al sudeste de Asia, al este de África meridional y al oeste de América del Sur. Los mares de Timor y de Arafura la separan de las islas orientales de la Sonda; el estrecho de Torres, de la isla de Nueva Guinea, al Norte; el mar del Coral, de las islas Salomón, Nuevas Hébridas y otras de la Melanesia, al Nordeste; y el estrecho de Bass, de la isla de Tasmania, al Sudeste. La mayor distancia entre las tierras extremas de esta gran isla o continente, de Este a Oeste, entre los cabos Sandy e Inscription, es de 3.800 kilómetros, y su anchura, de Norte a Sur, entre los cabos York y Wilson, de 3.000. Su superficie es de 7.933.400 kilómetros cuadrados, y su población asciende a casi nueve millones y medio de habitantes.
No se sabe con absoluta certidumbre quién fue el primer navegante de los pueblos civilizados contemporáneos que arribó a Australia, pero cabe afirmar que, entre los primeros, se contó el español Torres, quien dio su nombre al estrecho situado entre el continente y Nueva Guinea. Los holandeses realizaron repetidas expediciones en el siglo xviii, y, durante ciento cincuenta años, la parte explorada del territorio australiano llevó el nombre de Nueva Holanda. Sin embargo, estos navegantes no fundaron colonias; el mismo Tasman, de quien proviene la denominación actual de la isla situada al sur del continente, no se detuvo ni siquiera en Tasmania.
Cincuenta años después de Tasman, un inglés, Guillermo Dampier, exploró las costas occidentales, en la región que lleva su nombre; pero las noticias que dio del árido y arenoso país por él visitado, y de sus salvajes habitantes, no eran tales que animasen a otros a efectuar el difícil y largo viaje, a través del estrecho de Magallanes, o alrededor del cabo de Buena Esperanza, para llegar hasta aquel territorio.
Hace siglo y medio, un joven oficial de la marina británica, que se había distinguido en Canadá, practicando sondeos en el río San Lorenzo y ejecutando otros trabajos de importancia, recibió del gobierno de su país el encargo de dirigir una exploración en los mares del Sur. Este hombre fue el capitán Cook, cuya energía y perseverancia hicieron de él uno de los más grandes exploradores.
Cook llegó, navegando por el Pacífico, a Nueva Holanda y desembarcó en una bahía que llamó Botany Bay, esto es, bahía de la Botánica, a causa de la exuberante y extraña vegetación que allí se ofreció a los ojos del capitán y a los de un amigo suyo, naturalista, que lo acompañaba en la expedición. El territorio explorado por Cook y sus compañeros fue llamado Nueva Gales del Sur.
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