HISTORIA DE LOS DÍAS DE LA SEMANA
Es condición humana no hacer aprecio de mil cosas corrientes y, al parecer vulgares, que de continuo tenemos a la vista, y no saber disfrutar los fáciles encantos que los más comunes hechos y las más usuales palabras encierran. La más humilde y olvidada hierbecilla del campo es un pequeño mundo de maravillas; la palabra que más familiar y usada nos es, tiene muchas veces la más honda y transcendental significación.
Día tras día, se suceden los siete de la semana sin que jamás hayamos parado mientes en que sus nombres, tan distraídamente pronunciados y constantemente repetidos, son breves poemas llenos de exquisita y deslumbrante poesía.
De ellos, pues, vamos a tratar aquí y de su interesante historia.