EL ARTE EN LA EDAD MEDIA


En el desarrollo de la historia denominamos Edad Media a los diez siglos que corren entre los años 476 y 1453; o sea desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la caída del Imperio Romano de Oriente. Y el cuadro de su acción, cuna de grandes cambios artísticos, se refiere particularmente a Europa con avances al Cercano Oriente y al norte africano.

La perspectiva cultural que por tales tiempos y tierras se desarrolla brinda un magnífico capítulo de arte que, con marcado predominio de la arquitectura, resulta también notable en otras plásticas, tales como la escultura y la pintura. Y dado el espíritu eminentemente cristiano que definía al hombre medieval, nada puede extrañarnos que la culminación de tal obra artística sea la construcción destinada a honrar a Dios. Por ello, si hemos de buscar un símbolo que con singular claridad represente a ese arte en dicho período histórico, nada mejor que señalar la catedral, suma de esfuerzos artísticos al servicio de una religiosidad honda y sincera.

La catedral viene a representar una como culminación en que se unen el sentimiento artístico y el religioso.

Pero dicha obra no surge bruscamente. Procede de la arquitectura imperial romana; se inicia, subterráneamente, en los enterratorios de las catacumbas y prosigue, ya en la superficie, en los templos denominados basílicas.

Paralela a ésta, de caracteres latinos, se desarrolla otra en el Oriente, con expresivos recuerdos griegos y asiáticos, de caracteres bizantinos.

La primera -latina- produce dos estilos artísticos: el inicial, llamado románico, y el posterior, titulado gótico; estilos que observados en conjunto son como la iniciación y la culminación de una original y exquisita creación del arte medieval.