Las catedrales góticas fuera de Francia


Alemania creó el tipo singular de catedral gótica de torre única, central, conformada en la fachada principal del edificio, como acontece en la ciudad de Ulm.

Pero también empleó la solución de las dos torres, como ocurrió con la catedral de Colonia, iniciada en 1248, cuyo proyecto señala el influjo francés de Beauvais y de Amiens.

Inglaterra, donde las enseñanzas francesas adoptaron, al aclimatarse, caracteres muy diferenciados, particularmente un exceso de líneas verticales, cuenta con la famosa abadía de Westminster, en Londres, y las catedrales de Canterbury, de Salisbury, de Lincoln y de York.

España, bajo la influencia de Francia (Chartres y Bourges) y a veces con la intervención de arquitectos alemanes, levantó hermosas catedrales en León, Burgos y Toledo. Algunas de estas obras revelan en su detalle el recuerdo de lo morisco, característico de España, y también la agregación de valores posteriores al dominio del estilo gótico, como acontece con el llamado transparente de la catedral toledana, de concepción barroca.

El país de Flandes, la Bélgica de hoy, cuenta con la iglesia de Santa Gúdula, en Bruselas; la iglesia de San Bavón, en Gante, y la catedral de Ypres. También fue rica esta tierra en palacios comunales, lamentablemente dañados o destruidos en las últimas guerras.

Finalmente, la catedral de Upsala, en Suecia, representa uno de los ejemplos más alejados de Francia, como acontece también con la de Lund, edificada en ladrillo. Y como excepción notable, Italia erige en mármol blanco, a partir de 1387, la catedral de Milán, rica en escultura y que cubre once mil metros cuadrados.