El anticipo románico, síntesis de lo romano, lo bizantino y lo oriental


Pasado el primer empuje violento de las invasiones de los bárbaros, muchas de sus tribus se asentaron definitivamente en los territorios ocupados.

Dados a interpretar la obra de los romanos, sus antecesores ilustres, produjeron los germánicos obras de una arquitectura bárbara no exentas, a veces, de grandeza y cuyo desarrollo se opera en tierras de Italia, Alemania, Francia y España.

Así, de estas artísticas expresiones bárbaras asociadas a influjos bizantinos, a las viejas obras imperiales romanas y a las enseñanzas de Oriente (derivadas estas últimas de las primeras cruzadas, siglos xi y xii), habría de nacer el arte románico.

En éste, la arquitectura religiosa afirma sobre el suelo, en la distribución de sus templos, el diseño de la cruz latina, de ramas desiguales, e inicia, en los alzados, ese movimiento vertical y ascensional que seguirá, hasta una verdadera exaltación, en las obras posteriores.

Esa arquitectura, realizada en piedra o en ladrillo y escasa de ventanas, emplea el arco en semicircunferencia, y bóvedas y cúpulas inspiradas en la obra imperial romana. Y si bien edificó monasterios, edificios rurales, escuelas, casas, castillos y palacios, su obra principal fue la religiosa, en cuya elevación corona las fachadas con campanarios, agrega los contrafuertes (salientes prismáticos que adosad.-s a los muros están destinados a reforzar el equilibrio de los edificios) y enriquece el conjunto con una decoración escultórica escasa y geométrica (fajas en damero, cabezas de clavo, lancetas, puntas de diamante, discos y bastones quebrados).

Algunos de sus detalles, no faltos de gracia, son siempre admirados; tales las columnas, sencillas o cuádruples, a veces adosadas a pilares, en las iglesias. Y en los monasterios las bellas galerías denominadas claustros, cuyos arcos descansan sobre columnillas, frecuentemente dobles.

Francia, Alemania y España, para sólo mencionar tres países, ofrecen notables ejemplos de iglesias románicas. Así, entre las francesas cabe mencionar a la Catedral de Le Puy, a Nuestra Señora del Puerto, en Clermont Ferrand, y a Nuestra Señora la Mayor, en Poitiers; a San Saturnino, en Tolosa, y a San Trófimo, en Arles. Entre las alemanas, las catedrales de Worms, Spira, Bamberg, Hildesheim y Tréveris. Y entre las españolas, las de Santiago de Compostela, Avila, Salamanca y Tarragona.

Las expresiones plásticas que acompañan a la arquitectura religiosa románica están constituidas por la escultura de los portales con la representación de Cristo rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas (el ángel, el león, el buey y el águila) y escenas tomadas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

Los artistas románicos esculpieron también estatuas, en piedra o madera, de la Virgen y los santos. Además, en vidrio coloreado y soportado por armaduras de plomo y hierro, llevaron a cabo las primeras vidrieras, que tanta importancia alcanzarán en la arquitectura gótica siguiente.

Cabe señalar que el término románico con que se reconoce el arte que dejamos descrito tiene su explicación por la parte que en su formación tuvo la obra romana imperial.