La arquitectura morisca deja en España monumentos notables


La expresión moros en España designa el período de la dominación árabe comprendido entre los años 710 y 1492, en que fueron expulsados por los Reyes Católicos. Ese período se distingue en la península por el notable desarrollo que adquirió allí en ese entonces la arquitectura.

Entre los monumentos árabes más destacados figura La Giralda de Sevilla, una de las torres más hermosas del mundo. De tanto en tanto los moros construían torres similares a La Giralda, sin una finalidad determinada, que revestían, probablemente, carácter conmemorativo de sus múltiples conquistas. Por desgracia, la pureza de su estilo fue adulterada por arquitectos del siglo xvi, quienes le agregaron un campanario de estilo renacentista.

Otra de las maravillas de la arquitectura árabe en España es la Alhambra o palacio rojo de Granada. La inició uno de los primeros califas del siglo xiv, y fue ampliada durante las dos generaciones siguientes. Como casi todos los monumentos árabes, se lo construyó más para deslumbrar que para subsistir. Muchos de sus encantadores arcos son simulados, y, por tanto, más que funcionales son decorativos. La Alhambra es un complicado conglomerado de salas y salones, distribuidos en dos enormes patios; entre aquellos se destaca el de los Embajadores

En cuanto a la mezquita de Córdoba, es uno de los monumentos más hermosos del arte morisco en España. Ninguna de las mezquitas españolas tiene cúpulas. La de Córdoba es un edificio notable de apenas diez metros de altura que cubre una extensa área. Fue construida quinientos años antes que el palacio del Califa y cimentó la pericia de los arquitectos sarracenos en adaptar sus construcciones a la arquitectura existente en los países conquistados. Las columnas, los arcos de medio punto y los capiteles romanos fueron usados juntamente con diseños y trazados árabes o mosaicos bizantinos. El interior de la mezquita es rico en colores que realza la luz de las múltiples lámparas que penden del techo.

Dos consecuencias singulares tuvo la presencia islámica en la península: la arquitectura mudejar, realizada por los moros vencidos y políticamente incorporados al mundo cristiano, y la mozárabe, ejecutada por cristianos que vivían bajo dominación musulmana y estaban muy influenciados por ella.