ADOPCIÓN
LA ADOPCIÓN EN EL DERECHO CANÓNICO
La adopción produce un impedimento canónico basado en el decoro de la familia y la sanción social.
Adoptado uno por hijo y viviendo como tal en la familia y a los ojos de la sociedad, sería feo e indecoroso el que pasara a ser marido de su madre adoptante y viuda, o mujer del que en la opinión publica era hijo, pues no a todos constaría que sus relaciones de familia estaban basadas, no en la naturaleza, sino tan sólo en una ficción legal, remedo de aquella.
La Iglesia ha hecho poco caso de la sutileza del derecho romano, distinguiendo entre la adopción y la arrogación: en el canónico es indiferente.
Como esta ficción legal de la paternidad no es de la naturaleza, aunque la remeda, pónese este impedimento entre los que se llaman de origen civil, aunque no civiles. Donde quiera que la ley civil admita o permita las adopciones, habría este impedimento, pero si la ley la prohíbe (y ya se han prohibido en algunas partes) cesará el impedimento canónico, por faltar la materia ex qua, como dicen los teólogos.
Mas no se crea que la adopción sea impedimento porque lo hicieran tal las leyes civiles, por justas que fuesen, pues como dice Santo Tomás: prohibido legis humanae non sufficiret ad impedimentum matrimonii nisi intervatiret Ecclesiae a actoritas, qua idem etiam interdicit (quaest. 51, art. 2, Supplem.). Por eso suele llamarse impedimento de cognación legal.
El impedimento es no solamente entre adoptante y adoptados, sino también entre los hijos del adoptante y el adoptado, de lo cual es más común pedir dispensa. Por ese motivo los jurisconsultos no llevan a bien que adopte propios extraños el que ya tiene hijos.
Benedicto XIV estableció (De synodo Dioc. lib. ix, cap. 10) que en estos asuntos se esté a lo que resuelvan las leyes del país.
La adopción en la antigüedad
Adopción y arrogación
La adopción en España
Efectos de la adopción genérica
Adopción especial o en especie
Adopción de expósitos
La adopción en el derecho canónico
