Todos los días usamos derivados del petróleo


El petróleo fue conocido en la antigüedad, pero hace relativamente poco tiempo que se lo industrializa, transformándolo en muchísimos productos útiles. Ya están lejanos los días en que sólo se extraían de este mineral el kerosene, desechándose el resto. Ahora el petróleo se destila separándose primero la nafta o gasolina, luego el kerosene y, finalmente, el gas-oil.

Todos sabemos que la nafta se usa, según su calidad, como combustible para motores de automóviles o aviones, y el kerosene, para el alumbrado, la calefacción y la fabricación de insecticidas.

El gas-oil es un carburante usado en motores diesel. El residuo que no se destilaba, o sea el fuel-oil, es el combustible ideal para hornos y calderas, pues no deja cenizas y da mucho calor. Pero, a su vez, estos subproductos sirven de primera materia para elaborar otros de gran utilidad. Los aceites con que lubricamos los motores de nuestros automóviles y aviones provienen de la destilación del fuel-oil, así como la parafina empleada en fabricar bujías e impermeabilizar papel; y la vaselina, su parienta cercana, que se usa en la preparación de pomadas y cosméticos.

El asfalto compone la parte más pesada del fuel-oil, que, a su vez, es el resto del petróleo que no destila. Por estos datos podemos imaginar ya qué denso y viscoso es el asfalto, que seguramente hemos visto emplear a menudo, mezclado con arena, para pavimentar caminos.

Otro subproducto del petróleo, el aguarrás mineral, que no debemos confundir con el aguarrás vegetal o esencia de trementina, que se extrae de los pinos, es muy empleado en la industria de barnices y pinturas.

Hoy día se obtienen del petróleo, gracias a la magia de la Química moderna, sustancias que parece mentira tengan alguna relación con él. El hombre que conduce un automóvil sabe que la nafta que consume el motor salió del petróleo, pero tal vez no sospecha que de él también han surgido el caucho sintético de los neumáticos, el material plástico del volante, los tejidos de fibras artificiales que tapizan los asientos, el alcohol de la loción que refrescó su cutis después de afeitarse, el'.detergente que usa su esposa en la pileta de la cocina y hasta el vinagre con que se aderezó la ensalada que comió ese mediodía.