FLORES DE LOS JARDINES
En los bosques y praderas no se halla jamás una rosa doble. Las silvestres poseen únicamente cinco pétalos, y tienen gran número de estambres y pistilos. Pero el jardinero cuida la rosa con tanto desvelo que la ha inducido a trocar en pétalos casi todos sus estambres, y le ha dado tan diversos matices que la primitiva flor se ha convertido en esas espléndidas rosas que, recorriendo toda la gama de colores, pasan del blanco inmaculado al purpúreo más vivo y brillante. De todos los tonos imaginables se han vestido las rosas, excepto de azul: cuantos esfuerzos se han hecho para lograrlo fueron inútiles, hasta ahora.
En los catálogos donde los botánicos y horticultores inscriben los nombres de las flores, figuran actualmente los de más de mil variedades de rosas, a cual más bella.
¿A quién se le ocurriría nunca decir que la reina de los jardines es una flor imperfecta? Y, no obstante, ésa es la verdad; porque la suprema belleza que en ella se admira le ha costado a la rosa la pérdida de casi todos sus estambres, sin que le quede a veces uno solo. Cierto es que posee aún la mayor parte de sus pistilos, pero si producen semilla es, en la mayoría de los casos, gracias al polen que, por medio de la industriosa abeja, le regalan a la rosa sus hermanas de los prados y bosques.
Si en un rosal aparece una flor más linda que sus compañeras, el jardinero corta la rama que la sostiene y trata de arraigarla en el suelo. Al convertirse en un diminuto arbusto, separa de los tallos cierto número de vástagos, que injerta en el tronco de un rosal silvestre.
Cuando los injertos han crecido lo necesario el jardinero los corta para plantarlos de nuevo. De este modo obtiene cierto número de rosales con aquella ramita que cortó del primero, los cuales constituyen a veces una nueva variedad de rosas.
Entre las principales especies, variedades y razas que se cultivan en los jardines, podemos mencionar: la rosa de cien hojas, de Alejandría, roja, amarilla, té, mosqueta, Ofelia, Victoria, de Bengala, Wallace, Entina Wright, y otras muchas.
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