De cómo un ave forma un montículo y cava un hoyo para depositar en él sus huevos
El pavo es animal apreciado por su exquisita carne. Los hay negros, pardos, pintados y bronceados como los pavos silvestres de México y de los Estados Unidos de América, de los cuales descienden todos los domesticados que hoy hay en el mundo entero. La especie común es pardusca por encima, con bandas verdes y negras a los lados; cabeza y parte anterior del pescuezo azules, con porciones verrugosas de tono rojo intenso. El pavo doméstico es objeto de un activo comercio, sobre todo en Navidad y Año Nuevo. Aunque los pavos cautivos jamás muestran deseos de volar, los silvestres lo hacen, y no poco. Emprenden con gran ímpetu el vuelo; pero cuando se sienten cansados, se dejan caer de repente. Cuando encuentran en su camino algún río muy ancho, tratan de pasarlo volando; pero muchos de ellos se cansan durante el vuelo, y, dejándose caer sobre el agua, acaban de cruzarlo a nado.
El más curioso de todos los pavos es el llamado talégalo o pavo de matorral de Australia que pertenece a la familia de las megapodidas. Posee unas patas muy grandes, y la hembra las emplea para hacer montones de sustancias vegetales ya secas. Arrambla con cuanto encuentra, escarbando con las uñas y lanzándolo todo hacia un determinado lugar, situado detrás de ella. En ocasiones, llega a acumular en algunos de estos montículos varias carretadas de basura. Siempre trabajan cuatro o cinco hembras en la construcción de un montículo. Esta masa de materias en descomposición va adquiriendo gradualmente una temperatura elevada. Llegado el momento, las hembras practican un agujero en la parte superior del montículo y depositan en él sus huevos. De esta suerte, los huevos se incuban solos, gracias al calor del montículo. Lo más notable de todo es que los polluelos, en cuanto abandonan el cascarón y se les secan las alas, vuelan al árbol más próximo, buscando seguridad. De no hallarse dotados de esta rara propiedad, que los pone a buen recaudo, otros animales se los engullirían.
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