Los grandes ríos de Estados Unidos y sus tributarios
En el corazón de Estados Unidos, el trazado sinuoso del Misisipí semeja un enorme árbol de muchas y retorcidas ramas. Su cuenca ocupa casi dos quintas partes del territorio continental estadounidense, desde la cresta de los montes Apalaches hasta las alturas de las Montañas Rocosas. Hay 6.975 kilómetros desde las nacientes del Missouri hasta la desembocadura del Misisipí en las aguas del golfo de México. El río Arkansas, tributario del gran sistema del Misisipí-Missouri, tiene 2.500 kilómetros de extensión, y el Ohio 1.433. Estas cifras nos dan una idea de la magnitud de la cuenca hidrográfica central de Estados Unidos, la que baña las grandes praderas y da realmente vida a ese emporio agrícola-ganadero, núcleo vital del país norteamericano. Otros afluentes del Misisipí-Missouri son el Alleghany, Kentucky, Illinois, Tennessee y Yellowstone.
Como el Misisipí, también desagua en el golfo de México el río Grande, caudalosa corriente que sirve de límite entre Estados Unidos y México.
En la cuenca occidental uno de los principales ríos es el Colorado, que desemboca en el golfo de California, después de recorrer 2.730 kilómetros desde las crestas de las montañas Rocosas, cerca del monte Elbert.
Otros ríos de considerable longitud y caudal de la cuenca occidental son el Columbia, el Snake, el Sacramento y el San Joaquín.
Las corrientes fluviales de la cuenca atlántica son de menor magnitud, pero asimismo de gran importancia histórica y actual; entre ellos, encontramos nombres asociados a episodios heroicos de la gesta de la independencia de Estados Unidos, como el Delaware, el Potomac y el Hudson. Otros ríos de la misma cuenca son el Merrimac, el Connecticut y el Savannah.
Estados Unidos comparte con Canadá una zona de indudable encanto turístico, la región de los grandes lagos, situada al noreste del país. Entre ellos el mayor es el lago Superior, de 81.000 kilómetros cuadrados de superficie; le sigue el Hurón, de 59.570; el Michigan, con 58,016, y luego el Erie y el Ontario. Hoy todos estos lagos están unidos entre sí y con el río San Lorenzo por el canal que tras recorrer más de 3.500 kilómetros, llega al Atlántico; de este modo un vapor puede internarse hasta el lago Erie y llevar su carga al corazón industrial norteamericano.
En la misma región se sitúan las famosas cataratas del río Niágara, uno de los más imponentes espectáculos de la Naturaleza.
En el estado de Utah se encuentra el Gran Lago Salado, que reviste características de un verdadero mar interior, y a cuyas orillas se alza la capital del Estado, Salt Lake City, que toma su nombre de él. El Gran Lago Salado tiene 6.112 kilómetros cuadrados de superficie.
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