Llegada del hombre de tez bronceada con casaca militar


El régimen del terror llegó a su término cuando fueron arrastrados a la guillotina los principales miembros que lo componían, junto con su jefe Robespierre, que había podido gobernar y ejercer su influjo sobre el pueblo gracias a la gran elocuencia de que estaba dotado y a su extraordinaria resolución. Con todo, de cuando en cuando, se repetían las luchas en las calles de París. Los realistas trataban de restaurar la monarquía; en vista de ello, los directores de la revolución, que entonces tenían la facultad de formular una nueva Constitución, escogieron a un joven oficial de artillería para que capitanease contra ellos el ejército republicano. Llamábanle el ciudadano Bonaparte. Este joven oficial, después de portarse heroicamente en la defensa de Tolón, estación marítima del Mediterráneo, cerca de Marsella, volvió a París donde observaba los graves acontecimientos políticos que se desarrollaban en el convulsionado país.