LAS MARAVILLAS DEL SOL
¿Cuántas estrellas se ven en pleno mediodía? Sólo es posible ver una, pero ella es para nosotros la más radiante y su luz inunda el firmamento. Nos referimos al Sol. Toda la vida de la Tierra depende de los raudales de calor y de luz que nos llegan de ese astro gigantesco. Gracias a la energía solar soplan los vientos, corren los ríos, crecen las plantas y pueden alimentarse los animales. Si el Sol dejara de enviar sus radiaciones a nuestro planeta, toda la superficie de éste se transformaría en un páramo helado, donde no existiría un solo ser viviente.
Conocemos las razones por las cuales se consideran a las estrellas como otros soles, o sea grandes astros incandescentes, con luz propia, muchos de los cuales es posible que tengan planetas a su alrededor. Por muy diferentes que sean entre sí las estrellas, tienen rasgos comunes con el Sol; algunas se parecen bastante a nuestro astro rey. Es, pues, muy útil el estudio del Sol, ya que nos permite obtener, por analogía, algunos conocimientos acerca de las estrellas, los cuales -debido a la distancia de éstas-no adquirimos en forma directa.
El calor y la luz del Sol, que son formas de energía radiante, surgen de ese astro en todas direcciones, y se pierden en el espacio. Una pequeña parte de esa radiación alcanza a los planetas; sabemos ya cuan pequeños son los astros con respecto a los espacios por los cuales deambulan. Sabemos también que los rayos solares que alcanzan a la Tierra, iluminan un solo hemisferio y dejan al otro en sombras, aunque gracias al movimiento de rotación de la Tierra, todas las regiones reciben alternativamente los vivificantes rayos solares. De no ser así, un hemisferio alcanzaría temperaturas altísimas y el otro moriría helado.
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