FLORENCIA, CUNA DEL RENACIMIENTO
Muchos y célebres pintores, escultores, orfebres y arquitectos hicieron de Italia el centro del mundo artístico durante el período que conocemos con el nombre de Renacimiento. Siena, Pisa, Florencia, Roma y Venecia fueron sus principales focos de difusión.
Esos hombres, de origen humilde por lo general, consagraron sus vidas al arte para embellecer las viejas ciudades de la península, tristes y sin ornatos, vistiendo sus calles, sus plazas y sus palacios con hermosas realizaciones arquitectónicas, escultóricas o pictóricas. Natural y laudable deseo, pero de ardua realización, ya que se necesitaron hombres idóneos en su especialidad y cuantiosas sumas de dinero para levantar tales monumentos, que traducen los ideales de un pueblo donde la sed de belleza se hizo sentir cada día con más fuerza.
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