El uso de la energía hidráulica en Suiza, Italia, Canadá y Estados Unidos de América


En Suiza, las cascadas y torrentes son en la actualidad los que suministran la fuerza que impulsa los trenes, quedando de esta suerte suprimida toda producción de humo. Algo muy semejante acontece en el norte de Italia. Las aguas de los Alpes, unas corren hacia Suiza y otras por el Sur, hacia Italia; y los italianos utilizan también la energía de sus saltos de agua, siendo de notar que en muchos siglos no había existido en Italia una prosperidad semejante a la que gozó antes de la segunda Guerra Mundial, gracias en parte a esta riqueza hidráulica. La energía ha existido siempre en las formas de cataratas y torrentes, pero a nadie se le había ocurrido utilizarla.

En Canadá, en Estados Unidos y en todos los países civilizados donde existen cataratas y rápidas corrientes de agua, aprovechan los hombres su energía para usos industriales.

Existe un inmenso poder, una gran acumulación de fuerza que ha estado corriendo hasta el mar desde el comienzo de los siglos, sin que nadie pensara en utilizar su energía; pero, por fin, los hombres aprovechan hoy esta fuerza incalculable para ahorrarse trabajo material y disminuir los peligros que amenazan su existencia. Hay otras cosas que son viejas también y podrán durar aún largo tiempo, pero al fin tendrán que agotarse, como ocurre con el carbón de hulla, los yacimientos de petróleo, las espléndidas y seculares florestas que talamos para utilizar la madera en diversas formas, entre ellas, como pulpa para hacer papel en que imprimir periódicos y libros, a fin de que los conocimientos humanos se difundan por todos los ámbitos del globo.