Las primeras películas cinematográficas con argumento


Tras los ensayos ingenuos de Georges Méliés el cine empieza a sentir vehementes deseos de contar historias.

En Francia, los miembros de la Academia Francesa, los hombres de teatro, los actores de la Comedia Francesa, descubren el cine y, en 1907, se rueda El asesinato del duque de Guisa, y el académico Ilenri Lave-dan funda el Film d'Art, que produjo un sinfín de tragedias declamatorias, filmadas en decorados de cartón, y otros remedos grandilocuentes de teatro. Italia, después de la fundación de la Cines (1902) y de la Ambrosio (1905), cultiva las flores de estufa representadas por las mujeres fatales (Francesca Bertini, Pina Menichelli, Leda Borelli) u ofrece las grandes reconstrucciones históricas. Cabina fue la cinta que señaló la más alta contribución del género. En Dinamarca, en 1906, Ole Olsen crea la primera productora de filmes, la Nordisk, y en 1909 ve la luz el primer filme sueco, dirigido por Charles Magnusson.