El paro menor y el estornino son afectos a la compañía humana
¿Por qué se suele colocar abrigos para que aniden los paros? Por regla general, estos pájaros buscan árboles medio partidos o huecos para establecer sus viviendas; mas, como ningún buen jardinero tolera la existencia de estos árboles en los terrenos confiados a su custodia, los pequeños paros no encuentran fácilmente en los jardines lugares a propósito para construir sus nidos. Por fortuna, su tamaño los favorece. Si en lugar seguro del jardín se coloca boca abajo una maceta de regulares dimensiones, los aludidos pájaros penetrarán en ella por el agujero del fondo, construirán dentro sus nidos y criarán allí sus polluelos. Año tras año han anidado los paros en una caja que hay en el pilar de la puerta de cierto taller, destinada a recibir la correspondencia que trae el cartero.
El estornino es, tal vez, después del gorrión, el pájaro que vive en la más intima vecindad con el hombre; pero no le demuestra tanta amistad como otras aves. Instálase en las chimeneas, debajo de los tinglados, en cualquier parte, en fin, donde pueda tener bien oculto su nido, el cual fabrica con el mayor desaliño, utilizando hierbas, pelos o plumas.
Otro íntimo amigo que el hombre tiene en verano es el vencejo, que construye su nido de paja y arcilla, con la habilidad de una abeja, dándole la forma de una salsera, perfectamente ventilado, pero dispuesto de tal modo que ni el viento ni la lluvia pueden penetrar en él.
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