Insectos que se visten de tierra y actúan de fantasmas
Pero este caso no es tan curioso como el del insecto llamado reduvio enmascarado. En su estado adulto este animal es alado; pero carece de alas en la primera época de su vida. Por ello lo amenazan muchos peligros durante esta edad temprana. ¿Cómo los elude? Mediante el más extraño de los recursos. Se arrastra hasta las telarañas más espesas, envuélvese en ellas y se cubre de polvo, adquiriendo así un volumen monstruoso y un aspecto repugnante. Es realmente el fantasma de los insectos. Con tal disfraz está en salvo. Al llegar la época en que deben desarrollarse sus alas y con ellas adquirir la mejor defensa, limpiase de su envoltura y aparece convertido en un hermoso insecto.
Pero para defenderse cuentan, además, estos humildes seres con otros recursos. Algunos de ellos, tales como el escarabajo artillero, al verse amenazados, disparan o escupen un líquido que en esta especie es semejante al ácido nítrico. Y no sólo pueden arrojarlo con fuerza, sino que tienen la facultad de acompañar el disparo con una detonación característica, como si fuera de un cañón en miniatura. Cuando se trata de un ataque llevado a cabo por cierto número de artilleros, estas detonaciones simulan perfectamente los fuegos de una batería de liliputienses. Cada insecto puede hacer de doce a veinte disparos seguidos, y tras un breve descanso se hallan dispuestos a comenzar de nuevo.
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