Cómo protege la sabia naturaleza la vida de las mariposas


Los medios de protección son oportunos y efectivos en cada caso. Así ocurre, por ejemplo, con las mariposas. Podemos completar lo dicho más arriba con otros datos. Existe una mariposa cuyos colores son hermosísimos mientras vuela, pero que dejan de ser visibles cuando se posa en un árbol. Levanta y pliega las alas tomando el aspecto de una hoja vegetal. Su parienta próxima, la mariposa de color de hoja muerta, escoge para descansar determinados sitios de la planta, en los que, en efecto, ofrece la imagen exacta de una hoja seca.

Por fortuna, no necesitamos visitar las zonas tórridas para ver estas maravillas naturales; la polilla común nos ofrece un magnífico ejemplo. Estos insectos no doblan las alas hacia arriba, como las mariposas, sino que las bajan hacia atrás. Lo cual señala una importante diferencia entre los medios de protección de una y de otra especie. El ala de la mariposa, visible por debajo cuando permanece quieta, muestra por esta cara una coloración apagada, en tanto que la superficie superior ofrece los colores más chillones. En cambio, el de la polilla, visible en igual posición por su cara superior, tiene en ésta sus colores menos visibles, siendo mucho más vistosos por debajo. De lo contrario peligraría su vida al cabo de unos minutos de reposo.

Y no se contenta este animalillo con presentar los más modestos colores en la parte visible de las alas; su hechura es tal, que en la quietud ofrece la más perfecta semejanza con una pequeña amalgama de hojas secas. Debemos recordar también que existen especies de mariposas enteramente parecidas a las avispas y abejas, lo que les vale la más segura inmunidad contra el aguijón de estas o de otras fieras criaturas.

Un magnífico ejemplo de estos seres indefensos que se enmascaran adquiriendo el aspecto de otros terribles, nos lo brinda el caligo. Esta gran mariposa de hasta 13 centímetros de altura, es de costumbres nocturnas y vive en las selvas de América del Sur. Tiene colores oscuros y extraños dibujos que semejan, junto con dos grandes ocelos, manchas que presenta en la parte inferior de sus alas, la cara de un búho. Cuando la mariposa se siente perseguida, se coloca en posición invertida, con las alas perfectamente extendidas, sobre un tronco, con lo que adquiere el aspecto de un impresionante búho, y logra poner en fuga a su perseguidor.