¿Podemos desterrar definitivamente nuestros hábitos?


Desde luego que sí; pero debemos saber a qué nos referimos cuando hablamos de hábitos. En cierto modo, el respirar y el comer pueden ser llamados hábitos, y sabido es que no podemos pasarnos sin ninguna de estas dos funciones indispensables de nuestra vida. Pero los verdaderos hábitos son las costumbres adquiridas que no son esenciales, las cuales pueden olvidarse de la misma manera que fueron aprendidas, pues es posible adquirir el nuevo hábito de no hacer lo que estábamos habituados a hacer. Casi todos los hábitos pueden ser adquiridos o desterrados a breve plazo.

Hay ciertos hábitos o vicios especiales, diferentes en algún modo de los otros, que consisten en el uso de ciertas drogas, tales como el alcohol, el opio, el tabaco y muchas otras. Estos hábitos difieren, porque no consisten meramente en que el cerebro haya aprendido a hacer una cosa repetidas veces. Tales drogas depositan en el cuerpo venenos que lo perjudican y lo desazonan; y la mejor manera de sentir algún ficticio alivio es tomando nuevas dosis de lo que nos produce el malestar. Pero también estos hábitos o vicios pueden ser desterrados por completo. Solemos admirarnos de ver que una persona destierra un hábito inveterado; pero, a decir verdad, esto ocurre cada día y casi sin distinción de personas.