¿En virtud de qué fuerza se elevan los cohetes en el aire?


Los cohetes se elevan en el aire merced a una explosión, exactamente igual que el proyectil sale disparado del ánima del cañón. Todas las explosiones son de la misma naturaleza: se deben a una cierta cantidad de gas que, hallándose sometido a una extraordinaria presión, empuja con gran fuerza los objetos que se oponen a su necesaria expansión. Si obligamos al gas a que pueda sólo escaparse por una determinada vía, e interponemos en su camino un proyectil, o un tapón o un cohete, llevará por delante de sí estos objetos y podrá enviarlos tal vez a varios kilómetros de distancia, velozmente.

A veces el gas que produce este trabajo existe ya, y es primero comprimido y después dejado que se dilate, como ocurre con las cerbatanas y escopetas de aire comprimido. Pero cuando disparamos una escopeta ordinaria, o lanzamos al aire un cohete, el gas que provoca la explosión se produce en el mismo lugar.

Provocamos por algún procedimiento la combustión de la pólvora, o de cualquiera otra sustancia explosiva, dentro de un espacio pequeño; esta combustión produce una cierta cantidad de gases que poseen gran fuerza expansiva a causa de su temperatura elevada, y que, por decirlo así, ansían ocupar centenares o millares de veces más espacio que la sustancia de la cual se formaron; puede, desde luego, asegurarse que se desplazarán solamente en una dirección determinada, la que le ofrezca menor resistencia, pues si no, reventarían la escopeta o el cohete.