¿Por qué son las sombras más largas al comenzar el día que al acercarse éste a su fin?


Esto no es cierto, pues nuestra sombra tiene la misma longitud al principio que al fin del día.

La longitud de una sombra depende de la elevación del Sol sobre el horizonte, lo cual podemos comprobarlo nosotros mismos tomando una luz en la mano y elevándola y bajándola alternativamente, y observando los efectos que estas variaciones en su altura ejercen sobre la longitud de la sombra que proyecta, sobre una mesa, un lápiz al que mantenemos en posición vertical.

Cuando el Sol está bajo, bien sea al principio del día, ya a su fin, nuestras sombras son más largas; y si alguna vez llegamos a ver el Sol sobre nuestras propias cabezas, lo cual no ocurre más que entre los trópicos, nuestra sombra se proyectará sobre nuestros propios pies, cosa que podemos comprobar asimismo con el experimento citado.