¿Por qué facilita el aceite el movimiento de las ruedas?


Todo depende del lugar donde depositemos el aceite. Si lo depositamos en el suelo, si bien girará la rueda cuando la impulse la máquina, patinará, sin embargo, y veremos que el automóvil, por ejemplo, no se pondrá en movimiento. Pero existe un lugar importantísimo, donde, depositado el aceite, hará que la rueda gire con más facilidad, y prolongará mucho más su duración, y éste es el eje sobro el cual gira la rueda.

En él se desarrolla un fuerte rozamiento, puesto que la rueda gira y el eje permanece en reposo. El rozamiento produce desgaste y calor, lo cual implica un consumo de energía que tiene que salir de la fuerza que impulsa a la rueda, que de esta suerte se moverá con mayor lentitud.

Cuando utilizamos el aceite, colocamos entre la rueda y el eje una capa resbaladiza, que suaviza el rozamiento y evita que haya de distraerse una cantidad tan grande de fuerza motriz en vencerlo. El empleo de esférulas de acero, perfectamente aceitadas, entre la rueda y el eje, disminuye mucho más todavía el rozamiento; estos cojinetes de bolas, como suele llamárseles, se emplean en toda clase de máquinas donde tiene mucha importancia que las ruedas giren con suavidad y alcancen larga duración.

Si imaginamos que el aceite está formado por un gran número de pequeñas esférulas, demasiado diminutas para que podamos verlas, comprenderemos que ejerce los oficios de un cojinete de bolas.