¿Por qué tiemblan sin cesar las hojas del árbol llamado tiemblo o álamo temblón?


Como es muy natural, las hojas pequeñas se mueven con mucha mayor facilidad y frecuencia que las grandes: podemos comprobarlo comparando las hojas de castaño de Indias con las del tiemblo o las del abedul. Pero, aun entre las hojas pequeñas, algunas se mueven con más facilidad que otras; y si examinamos las del tiemblo especialmente, descubriremos en ellas algo que podrá explicarnos por qué se mueven tanto, y es que el pequeño pecíolo que las une a las ramas tiene una forma muy aplastada en el sentido transversal; por consiguiente, son muy fáciles los movimientos de las hojas.

Cuanto más estudiamos los seres dotados de vida, más claramente entendemos el porqué y el modo de cuanto ejecutan. Cuando nos encontramos en una habitación cuya atmósfera está caliente y viciada, solemos abanicarnos a fin de renovar el aire que nos rodea, y todos sabemos que con esta sencilla operación sentimos un gran alivio, aunque la efectuemos con mucha suavidad.

Ahora bien, las plantas necesitan aire nuevo, lo mismo que nosotros, y hasta cierto punto más, porque ellas lo necesitan no sólo para respirar, sino porque contiene una parte del necesario alimento de todas las plantas que son verdes.

No cabe duda de que el temblor de las hojas de los árboles les produce idéntico efecto que si se abanicasen: aparta de ellos el aire viciado y hace llegar a su superficie otro más puro que los beneficia.