¿Cuál es el alcance real de la luz que impresiona nuestra retina?


Podemos asegurar que el relámpago se ve a muchísimos kilómetros de distancia, y para apreciarlo basta contar los segundos que transcurren entre el momento en que vemos su luz y aquél en que oímos el estampido del trueno. Si no fuese por la forma esférica de la Tierra, veríamos los relámpagos a distancia mucho mayor de lo que efectivamente los vemos, porque llega un momento en que su luz queda interceptada por la superficie misma de la Tierra. En cuestiones como ésta, debemos recordar que la luz puede recorrer cualquiera distancia, y se propagaría hasta el infinito, si nada se opusiese a ello. Por consiguiente, si la luz conserva intensidad suficiente para impresionar nuestra retina, podemos ver a la distancia a que se halla el objeto que la emite; y de este modo, cuando contemplamos una estrella, vemos a una distancia de billones de kilómetros en el espacio abierto.