¿Por qué nos mataría respirar el oxígeno puro?


Esta pregunta nos recuerda aquélla del abogado que decía: “¿Habéis dejado de maltratar a vuestra esposa?” Ya contestara que sí, ya contestara que no, el interrogado siempre iba contra sus propios intereses. Esto es lo que suele llamarse una pregunta de doble sentido, contra las cuales debemos estar precavidos siempre. Al contestar en sentido afirmativo, le replicó el abogado: “¿De manera que concedéis que la habéis maltratado?” Pues de un modo semejante, si respondemos que sí a la presente pregunta, se nos replicará: “¿Pero es que el oxígeno mata?”

El oxígeno puro no mata. Puede ser respirado durante varias horas, con excelentes resultados, por las personas enfermas, a quienes frecuentemente ayuda a conservar la vida. Con este fin es usado actualmente en todo el mundo. Es muy razonable que, si una persona no puede respirar con la rapidez suficiente y la profundidad debida para que su sangre tome la cantidad de oxígeno que necesita de un volumen de aire que no tiene de oxígeno más que una quinta parte, dándole a respirar oxígeno puro podrá asimilar fácilmente todo el que le hace falta a su organismo para respirar normalmente.

Los aviadores deben respirar oxígeno siempre que vuelen por encima de los 3.000 metros de altura. De esta manera evitarán los graves síntomas de la anoxemia o falta de oxigeno, que puede llevarlos a perder el sentido o matarlos, si es muy acentuada. La razón de esto está en que a medida que nos alejamos de la Tierra el aire se enrarece y contiene cada vez menos oxígeno.

Algo hay de verdad, sin embargo, en la afirmación de que el oxígeno puro es nocivo. Si se respira oxígeno puro durante horas o días, suelen presentarse accidentes en las vías respiratorias. Por ello sólo debe respirarse el tiempo que sea necesario, o agregarle aire para volverlo tolerable. En el comercio existen diversos modelos de aparatos destinados a la aplicación del oxígeno, ya sea con fines médicos para la respiración o para usos industriales.