¿Por qué se marchita la sensitiva cuando se la toca?


Llamamos sensitiva a esta planta, porque no cabe duda de que siente cualquier contacto que recibe. No se crea, por eso, que las sensaciones de las plantas son semejantes a las nuestras. Los animales, sobre todo los más organizados, tienen un sistema nervioso muy evolucionado y complejo que les permite sentir y reaccionar frente a todos los estímulos.

Las plantas, por supuesto, no tienen sistema nervioso, pero indudablemente reaccionan de una manera que les es propia frente a los estímulos que actúan sobre ellas, y que pueden ser exteriores o interiores. Esto es debido a una propiedad particular del protoplasma, llamada irritabilidad.

La mayor parte de las funciones de las células vivientes se realizan sólo bajo la influencia de estímulos, que constituyen, por consiguiente, condiciones indispensables de actuación. Así, por ejemplo, mientras algunas células jóvenes influidas por diversos estímulos crecen, otras adultas permanecen insensibles a ellos; las células de determinadas plantas insectívoras no son capaces de secretar sus fermentos si no son estimuladas por ciertas sustancias proteicas que posee la presa que han de capturar. A veces una reacción determinada no se produce únicamente como respuesta a un solo estímulo. Es el caso de la sensitiva, que reacciona moviendo sus folíolos en la misma dirección, cualquiera sea el estímulo: de orden mecánico, químico o eléctrico. El acto de marchitarse la sensitiva cuando se la toca es sólo una reacción frente a un estímulo externo.