Hans Christian Andersen era hijo de un zapatero remendón


Otro hombre famoso entre los escritores de cuentos de hadas es Hans Christian Andersen, el notabilísimo cuentista danés, escritor de más importancia artística que los hermanos Grimm. Hans Andersen parecía conocer las hadas y ser su amigo, pues la mayoría de sus cuentos maravillosos -tales como El pequeño Klaus y el gran Klaus, La pequeña sirena, La caja de madera, Los cisnes salvajes, El ganso feo y La reina de la Nieve- no los aprendió de la gente del campo, sino que se los sugirieron las hadas que poblaban su imaginación. Podríamos decir por tanto que, mientras Hans Andersen era particular amigo de las hadas, los hermanos Grimm y los otros autores a quienes hemos mencionado, sólo hablaban de las hadas por referencias.

Era un hombre extraordinario Hans Christian Andersen. Hijo de un pobre zapatero remendón, nació el año 1805 en la antigua ciudad de Odense, en Dinamarca. El zapatero remendón era un hombre instruido a su manera, que se pasaba las noches leyendo libros a su hijo Hans, quien fue creciendo hasta hacerse un muchacho alto y delgado. Sus padres no se mostraban muy exigentes respecto a su educación, la cual resultó bastante irregular y defectuosa, por no frecuentar el niño la escuela asiduamente. Sin duda su sensibilidad era más exquisita que la de sus condiscípulos, y sus nervios fácilmente irritables, y por ello su madre se vio obligada a solicitar del profesor que no castigara nunca a su hijo Hans. Cierto día, habiendo olvidado el profesor la promesa hecha a la madre de Hans, le dio a éste un palmetazo, e inmediatamente el hijo del zapatero tomó sus libros y se marchó a su casa. Entonces la madre lo mandó a otro colegio, donde conoció a una niña, condiscípula suya, quien le dijo en cierta ocasión que su deseo más ardiente era ser lechera en una casa de campo.