La Primera Guerra Mundial y la ruina del régimen imperial ruso: los bolcheviques
Desde principios de siglo Rusia se había convertido en protectora de las otras naciones eslavas menores, en forma que cuando el Imperio Austro-Húngaro atacó a Servia, aquélla intervino, enviando enormes ejércitos a las líneas del frente.
En los primeros encuentros las fuerzas rusas alcanzaron algunos éxitos, pero después fueron derrotadas en sucesivas batallas y obligadas a evacuar los territorios invadidos. Sus numerosos ejércitos estaban mal equipados y carecían de preparación y dirección eficientes. Insinuábase que ciertos dirigentes y miembros del gobierno estaban de parte de Alemania. Las tropas alemanas y austríacas capturaron gran número de prisioneros y se apoderaron de extensos territorios rusos. La población estaba cansada de la guerra; todos la consideraban portadora de grandes desgracias para el país y sobre todo el pueblo.
En los primeros meses del año 1917 el zar firmó un decreto que disolvía la Duma; pero ésta se negó a obedecer. Los motines en Petrogrado, motivados por la falta de abastecimientos, se transformaron en revolución, y el zar, acusado de negociaciones con los alemanes, se vio obligado a abdicar. Nicolás II y su familia fueron detenidos, enviados a una apartada localidad y allí asesinados.
Se proclamó entonces la república y se formó un gobierno provisional. El pueblo se embriagó de libertad, cosa que hasta entonces desconociera, y como los gobernantes no mostraban energía suficiente, la nación cayó en la anarquía. Uno de los jefes de la revolución, Kerensky, fue investido de poderes absolutos, pero la confusión aumentó, y los bolcheviques, que se titulaban representantes de los campesinos, de los obreros y de los soldados, establecieron una nueva forma de gobierno denominada Soviet. El cerebro dirigente del nuevo sistema era Lenin, que falleció en 1924. Los revolucionarios dieron su nombre a la ciudad de Petrogrado, que pasó a llamarse Leningrado. El cuerpo del líder fue embalsamado y colocado en un ataúd de cristal frente al Kremlin.
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