El comunismo y la integración de la Unión Soviética
Los bolcheviques, partidarios fanáticos de las teorías marxistas, se organizaron posteriormente en Partido Comunista. Después de la muerte de Lenin, disputaron el poder León Trotski y José Stalin. Trotski fue forzado a salir del país; luego murió asesinado en México. Stalin, como secretario general del Partido Comunista, asumió la dictadura, que ejerció hasta su muerte, a principios de 1953; le sucedió Malenkov, desplazado luego por el mariscal Bulganin, y Nikita Khrushchev. La Nueva Rusia, o Unión Soviética, es una confederación de estados cuyo poder central ejerce un Consejo Supremo que se compone de dos Cámaras: Consejo de Unión, elegido por el pueblo, y Consejo de las Nacionalidades, designado por los gobiernos de los estados.
Después de la revolución, los bolcheviques emprendieron la ardua tarea de hacer resurgir a Rusia del desastroso estado en que se encontraba; para lograrlo pusieron en práctica los planes quinquenales, sistema cíclico de reconstrucción paulatina y progresiva. El primer plan fue iniciado en 1928, y dado por cumplido antes de los cinco años previstos. El segundo comenzó en 1933 y el tercero en 1937. El cuarto plan quinquenal tuvo su iniciación a mediados de 1945, cuando la Unión Soviética acababa de salir de una guerra llena de sacrificios, y luego siguieron otros, mediante cuya ejecución consiguió un notable desenvolvimiento industrial y económico, y se erigió en una de las tres grandes potencias mundiales.
Pagina anterior: La Primera Guerra Mundial y la ruina del régimen imperial ruso: los bolcheviques
Pagina siguiente: Derrota y reacción de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial