Pipino el Breve y su famoso hijo Carlomagno
Cuando Pipino el Breve sometió a los lombardos, por gratitud al Papa, que lo había apoyado para subir al trono, tomó de los vencidos la tierra que poseían cerca de Roma y la donó' a la Iglesia: éste fue el origen de los futuros Estados Pontificios.
El gran hijo de Pipino, el héroe Carlomagno, fomentó también la expansión de la Iglesia en los enormes dominios en que se extendía el imperio, los cuales, según hemos visto ya en la historia de Francia, comprendían -además de lo que es hoy Francia-a Holanda, Bélgica, Suiza, el norte de Italia y parte de España, como también casi toda la parte de Europa Central que ahora llamamos Alemania. Carlomagno cedió muchos terrenos en todos estos países a los obispos y a los monasterios, en los cuales el clero vivía reunido, escribiendo libros y enseñando en las escuelas. Más aun: Carlomagno fue en persona a libertar de sus enemigos al Papa, pues lo tenían asediado; en esta ocasión pasó la fiesta de Navidad del año 800 en Roma y asistió a los oficios religiosos en la basílica de San Pedro.
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