Singular conservación de las tradicionales costumbres dálmatas


Dalmacia es una de las regiones de Europa que ha conservado con mayor pureza sus costumbres a través de los siglos. Dos razones han presionado en este sentido: el fuerte tradicionalismo de los dálmatas y el aislamiento de su país, motivado por la falta de vías de comunicación.

Los campesinos dálmatas son muy aficionados al canto, y siempre se acompañan en sus canciones con viejos y típicos instrumentos que se remontan a los tiempos de la expansión griega. Es común verlos acompañar en los festivales a cantores y bailarines con una gaita que tiene el fuelle de piel de cabra y dos bocinas de madera, o con una flauta doble, instrumento pastoril y arcaico con el que se suele representar en las pinturas a los sátiros. También es muy común encontrar gente que en medio de la campiña se distrae, mientras cuida el rebaño, tocando la tamburiza, que es una especie de guitarra y tamboril de piel que no intensifica los sonidos, y que usan los dálmatas con el mismo entusiasmo con que los rusos se divierten con la balalaika.