Lo que ven los muchachos desde las barcas durante su viaje
Las familias de los barqueros pueden saber, sin necesidad de aprenderlo en los libros, qué produce Francia y en qué se ocupa el pueblo francés. Ven cómo el trigo brota por todos lados, cómo centenares de hombres y mujeres trabajan en los campos para preparar la cosecha, en los molinos para moler el grano y en las barcas y trenes para transportarlo adonde sea preciso. Pero como no se cosecha lo suficiente para la alimentación de todos los habitantes, es necesaria la importación de trigo de otros países productores de ese importante cereal.
Contemplan asimismo los barqueros los innumerables viñedos que se extienden a lo largo del Loira y del Garona, y en la comarca al este de París, llamada la Champaña. Son también abundantes los viñedos a lo largo del Saona y del Ródano, así como en la costa mediterránea, pues Francia no sólo consume gran cantidad de vino, sino que lo exporta también en gran escala. Miles de trabajadores recogen y prensan la uva, fabrican toneles y botellas, y se ocupan en todas las operaciones necesarias para la producción y comercialización de excelentes vinos.
El valle del Ródano da frondosas moreras que sirven de alimento a los gusanos de seda, y así en Lyon y sus alrededores hay multitud de fábricas que exportan sus famosas sedas, rasos, cintas y terciopelos a todos los países que consumen estas telas finas. Dichas fábricas reciben también seda en rama de Italia y del Oriente.
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