Gran utilidad presta la vista para sostener el equilibrio


Si los órganos del equilibrio que se encuentran en la base del cráneo se conservan en perfecto estado, podemos generalmente sostenernos en equilibrio con los ojos cerrados y los pies juntos mientras el cerebro continúe percibiendo las sensaciones procedentes de las plantas de los pies y de los músculos y articulaciones de las extremidades inferiores. Si queremos sostenernos en equilibrio sobre una tabla estrecha o lo que es aún más difícil sobre una cuerda tirante, los ojos son entonces más útiles y a no ser que estemos muy diestros en tales ejercicios, son del todo indispensables. Todo el mundo sabe que el funámbulo que pasa por una cuerda tirante mira fijamente a un punto determinado, lo que le ayuda grandemente. Si ha adquirido gran destreza en tales ejercicios le será posible andar por la cuerda con los ojos vendados; pero esto es mucho más difícil. Sin embargo, tanto los ojos como las diversas sensaciones procedentes de la piel de los músculos y de las articulaciones son de importancia secundaria para sostener el equilibrio, si se las compara con los órganos propios de este sentido, sin cuyo perfecto funcionamiento nadie podría sostenerse de pie, ni andar, ni mucho menos pasear por una cuerda. Vamos a ver en qué consisten tales órganos.

El órgano del equilibrio está contenido en el peñasco que, como sabemos, encierra también el oído medio y el interno en cada lado de la cabeza, y consta de seis diminutos tubos de forma semicircular.