El tubito que comunica el oído con la garganta
El oído medio está lleno de aire y lo primero que se nos ocurre preguntar es de dónde viene este aire; pues bien, este aire procede de la garganta. De ambos lados de la parte posterior de la misma arranca, en efecto, un delgado tubo, la trompa de Eustaquio, que llega al oído medio y le lleva el aire que éste contiene. Si cerramos la boca y nos tapamos la nariz y hacemos luego un esfuerzo como para estornudar o soplar, observaremos que en nuestros oídos ocurre algo, y es que en tal acto el aire corre a través de los pequeños tubos o trompas de Eustaquio hasta el oído medio. Es de grande importancia para la integridad de los órganos del oído y de la función auditiva, que la presión del aire sea exactamente igual en ambos lados de la membrana del tímpano.
Si la presión del aire fuese mayor en la parte exterior que en la interna de la referida membrana, ésta sería empujada hacia dentro, llegando quizá a ser forzada, lo que corre peligro de ocurrir cuando por una afección cualquiera en la garganta o en la nariz, se cierra la abertura de los tubos o trompas que conducen el aire al oído. Cuando hay que descender con rapidez a una galería muy profunda de una mina suele aconsejarse que se hagan algunos movimientos de deglución de aire. La razón de tal consejo es que con tales movimientos se abre el tubo que lleva el aire al oído medio y como al descender la presión externa de éste aumenta, el tímpano podría resentirse de tal exceso de presión, por lo que debemos tener los tubos conductores de aire, o trompas de Eustaquio, bien expeditas, para que la presión resulte en todo momento debidamente equilibrada.
El ascenso y descenso en avión produce sordera pasajera, por un mecanismo semejante de desequilibrio de presiones en ambas caras del tímpano. Se evita este trastorno haciendo movimientos de deglución o chupando alguna pastilla. En los casos cuando el ascenso o descenso son demasiados bruscos, como sucede en algunos aviones modernos de chorro, se puede experimentar un dolor intenso en el oído, acompañado por un chasquido que señalaría la ruptura del tímpano.
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