Cómo la fécula se convierte en azúcar en nuestro cuerpo
Vamos a ver ahora lo que hacen en los alimentos el ácido clorhídrico y el fermento digestivo llamado pepsina. Ante todo hemos de saber que, durante media hora aproximadamente después de una comida, su producción es escasa. En este tiempo, la sustancia llamada fécula de los alimentos se convierte en azúcar por medio del fermento que la saliva le ha proporcionado. Cuando se ha hecho esto suficientemente, el estómago segrega sus propios productos, y entonces debe cesar la digestión de la fécula, pues esto puede ocurrir solamente cuando los alimentos son alcalinos -hechos tales por la acción de la saliva alcalina-, y también debe cesar cuando los alimentos contenidos en el estómago se vuelven ácidos por la acción del ácido clorhídrico que se vierte en él. Aquí comienza ahora la segunda fase de la digestión en el estómago. El ácido clorhídrico obra primeramente sobre ciertas partes de los alimentos y los dispone para la pepsina. Ésta, entonces, los fermenta o los digiere hasta que se transforman en nuevas sustancias, aptas para ser fácilmente atacadas por los jugos intestinales.
Por consiguiente, el estómago abre la válvula que comunica con el intestino, la cual se halla guardada por un fuerte círculo de músculos, y ha estado herméticamente cerrada todo ese tiempo. El contenido del estómago la atraviesa y penetra en el intestino en corta cantidad cada vez, en dosis sucesivas hasta que el estómago, que ha ido contrayéndose de nuevo todo este tiempo, queda del todo vacío.
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