Agitado viaje de mister Fogg y de qué modo pudo tomar el vapor


El viaje del bergantín fue muy peligroso, pues encontraron grandes temporales que les hicieron casi perder la esperanza de alcanzar el vapor antes de que éste saliera del puerto.

Pero durante todo este tiempo de prueba y los contratiempos de tan azaroso viaje, mister Fogg permaneció tan tranquilo y flemático, como cuando se encaminaba al Reform Club, como si en ello no le hubiera ido toda su fortuna. Estarían a menos de tres millas de Shanghai, cuando a lo lejos vieron un largo penacho de humo, indicador de la salida del vapor americano, y el capitán Bunsby se desesperó al verlo. Pero mister Fogg se limitó sencillamente a darle la orden de que hiciera señal de auxilio y que izara la bandera! A media asta, en espera de que el vapor lo viese y fuera hacia ellos.

Mientras tanto, debemos manifestar que, cuando el Carnátic salió de Hong Kong la noche del siete, llevaba a bordo uno de los tres; pasajeros que habían confiado embarcar en él. Éste era Picaporte, que, embriagado por el opio y abandonado del detective, no cesaba de repetir: “¡El Carnátic/”, “¡el Carnátic!”, a medida que se le iban desvaneciendo los efectos de la droga.