Marco Aurelio fue el más grande de los emperadores paganos
Es de lamentar que este emperador permitiera una persecución contra los cristianos; pero debemos recordar que Marco Aurelio desconocía las enseñanzas del Cristianismo, y en los cristianos solamente veía a los rebeldes, enemigos del imperio. Este grande hombre murió relativamente joven, a los 59 años, extenuado, después de sobrehumanos esfuerzos por alcanzar otra gran victoria para Roma sobre los pueblos del Norte. Un autor lo considera “el más noble de los emperadores paganos”, y otro, tal vez exagerado, dice que “tristemente debe reconocerse que no se encontraría un monarca cristiano capaz de resistir el parangón con Marco Aurelio”.
Fue evidentemente un hombre extraordinario, por lo que enseñó a la humanidad, ensalzando la virtud y el deber, y por las circunstancias y hechos de su vida, que dan autenticidad a lo que escribió. En el caso de Marco Aurelio no hay que acudir a las notas de segunda mano para llegar a sus enseñanzas; pues, como ya hemos dicho, se conserva un libro suyo titulado: Meditaciones de Marco Aurelio, serie de apuntes que el emperador escribió en griego en momentos memorables de su vida.
Por lo que Marco Aurelio nos dice, comprendemos que tuvo excelente educación y buenos padres y abuelos: su abuelo tenía buen natural; su padre era modesto y esforzado; su madre le enseñó a tener fe, a ser generoso y tolerante y a respetar al prójimo, amándole como a sí mismo. Tales fueron los principios que rigieron la vida de este grande hombre.
Sus excelentes maestros le instruyeron en varias materias, de suerte que, según nos refiere él mismo, aprendió de sus profesores “cómo se ha de ser agradecido; cómo debe aceptarse un favor, sin humillarse por ello ni demostrar desagradecimiento al amigo que lo hace; no mentir cuando por pereza no se ha escrito una carta que debió escribirse, y otras muchas cosas, algunas serias, otras amenas y todas dignas de ser conocidas”.
Pagina anterior: Un hombre amante de la paz es obligado a combatir
Pagina siguiente: EL PADRE TALAMANTES