De qué modo puede lanzarse una bujía haciendo que atraviese una puerta de madera


Otro ejemplo maravilloso de semejantes fenómenos es el disparo de una bujía, a modo de proyectil, haciéndola traspasar una puerta de madera; el movimiento comunicado a la vela es bastante para que abra un agujero en la madera, sin que aquélla experimente desperfecto alguno. Este hecho, que parece imposible, es real y ha sido ejecutado muchas veces.

Asimismo podemos extender un pedazo de papel de seda y hacerlo girar rápidamente; si la velocidad es suficiente, cortará como un cuchillo, y sin embargo, no es más que un pedazo de papel de seda, que lo hemos hecho rígido moviéndolo. Innumerables experimentos de esta clase podríamos mencionar para demostrar que las propiedades que atribuimos a las piedras o a las rocas, pueden comunicarse a otros objetos que carecían de ellas, con sólo hacerlos mover de un modo determinado.

Pero los experimentos más interesantes son los que se realizan con los anillos de humo. Un fumador puede echarlo por la boca o bien se puede introducir el humo en una caja de fondo elástico y que tenga un agujero, y al golpear dicho fondo saldrán por el orificio anillos de humo, los cuales son del mismo género que los que produce un fumador, pero mayores y más fáciles de observar. Antes de que podamos notar lo que ocurre con estos anillos o comprender lo que vamos viendo, es preciso que nos fijemos en dos cosas. La primera es que el humo, es decir, las partículas de sustancia que hacen visible el anillo, no tienen nada que ver con el fenómeno observado; no podemos prescindir del humo, porque los anillos le deben su visibilidad; pero el verdadero anillo no es un anillo de humo, sino de aire.

Anillos tan perfectos podemos obtener golpeando la caja, aunque dentro de ella no se haya quemado cosa alguna; y tampoco hace falta que fumemos para echarlos por la boca. Hay muchas personas que así lo entienden y reconocen que el humo es indispensable, pero solamente para hacernos visible el anillo.

El otro hecho que debemos recordar es que el anillo de aire o de gas está animado de otro movimiento muy distinto del que vemos. El caso es que las partículas de gas que lo componen se hallan también en movimiento; y este segundo movimiento es parecido al que se obtiene haciendo correr un anillo de goma a lo largo de una vara a la cual se adapta estrechamente. El anillo se va volviendo alternativamente del derecho y del revés. De esta mismísima forma se mueve el anillo de humo, y por eso se le da el nombre especial de “anillo turbillonar”, palabra derivada de torbellino y que se aplica a todo movimiento en forma de remolinos, es decir, que produce vueltas y giros.