LAS GRANDES CULTURAS AUTÓCTONAS DE MÉXICO
En los últimos años, se ha prestado preferente atención a los estudios del pasado más remoto de los pueblos americanos, es decir, a la época precolombina. Este interés ha sido mayor, naturalmente, en la llamada área de las grandes culturas, que se extiende en la región centroamericana -también llamada Mesoamérica- y abarca la mitad meridional del territorio de los Estados Unidos Mexicanos, y el de varios países, entre ellos Guatemala y Honduras.
El valle de México es uno de los yacimientos arqueológicos más ricos de toda América: los restos allí descubiertos han permitido conocer el paso de distintos grupos humanos, constituidos en nación, que desarrollaron, entre otras, las culturas teotihuacana, tolteca, y mexica o azteca; como el contacto entre esos pueblos fu 3 estrecho, cada grupo cultural guarda íntimas relaciones con los que le precedieron, o sucedieron, en el ejercicio del predominio político en la región.
Para la mejor comprensión de la historia anterior al dominio hispánico, algunos historiadores mexicanos han dividido el estudio de las altas culturas del valle de México en cuatro etapas, que reciben, respectivamente, las siguientes denominaciones: culturas prehistóricas, culturas preclásicas, culturas clásicas y culturas históricas, correspondientes estas últimas a las que existían en el momento en que se pusieron en contacto los pueblos americanos con los conquistadores españoles.
Los restos correspondientes a la época prehistórica, tanto en esta región como en el resto de América, no son suficientes como para abonar teorías; empero, aquellos que se clasifican aquí en la etapa preclásica, han permitido sostener a algunos arqueólogos que pueblos de firme trabazón cultural elaboraron una civilización bastante adelantada hacia el año 2000 a. de J. C.
Uno de los acontecimientos más importantes de este período lo constituyó el arribo a la cuenca de México de los primeros olmecas, pueblo de conocimientos avanzados, después de cuya irrupción parece que fue construida la gran pirámide del Sol, en Teotihuacán, que luego sería un gran centro religioso; también se les atribuye la erección del templo de Cuicuilco, en la vecindad de Tlalpan, y la del templo del cerro de Tepalcate. El de Cuicuilco fue sepultado por la erupción del Xitle, pequeño volcán cuyas cenizas y lava ardiente forman hoy el llamado pedregal de San Ángel; de esa gruesa capa pétrea emerge la parte superior, cónica, de un edificio cuya altura total se calcula en 25 metros, y el diámetro de sus cimientos en 135 metros; cerca de él, montículos más pequeños, distribuidos en forma curiosa, cubren evidentemente otras construcciones de la misma época.
La edad de esas poblaciones se estima en casi cuatro milenios; empero, la variedad y la cantidad de objetos hallados ha hecho posible conocer en forma bastante completa diversos aspectos de la cultura de sus fundadores; el cuidado de las sepulturas nos habla de sus creencias en el más allá, y permite afirmar, desde el punto de vista antropológico, que sus esqueletos corresponden al tipo denominado hombre moderno; otros objetos, como metates y vasijas, nos indican que era un pueblo agrícola, y la variedad de idolillos de barro prueba el conocimiento de una técnica ceramista bastante desarrollada, a la vez que nos permite darnos cuenta de la religiosidad de sus modeladores, hábiles artesanos y fieles creyentes.
La concentración de varios de estos pueblos de cultura preclásica en el valle de México dio por resultado el intercambio de técnicas y conocimientos, provocó el aceleramiento del progreso y dio paso así a las altas culturas, llamadas clásicas. Entre ellas, las que más sobresalieron fueron: la teotihuacana, en el valle de México propiamente dicho; la maya, en el sudeste de México y norte de América Central, y la zapoteca de Monte Albán, en el valle de Oaxaca. Por esos tiempos creóse el Estado tol-teca, establecido por los nahuas para defenderse de la presión de algunas tribus que procedían del Norte.
En la época histórica las grandes culturas fueron: la tolteca, la del nuevo imperio maya, la mixteca, la zapoteca, la tarasca, la chichimeca-nahua y la mexica o azteca, último grado de la evolución cultural de la América precolombina.
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