Una riqueza de origen poco común que ha hecho la prosperidad de un país


Durante siglos, docenas de especies volátiles han depositado sus deyecciones en las islas próximas a la costa peruana. Se han formado así verdaderos depósitos de materia orgánica riquísima en nitrógeno, y excepcionalmente útil para fertilizar tierras de cultivo. En el Perú se la ha empleado desde mucho tiempo antes, y más recientemente, en el siglo pasado, se comenzó a exportar en grandes cantidades, tanto, que la mayor parte de las rentas fiscales provenía de aquel notable artículo de comercio.

Existe legislación especial para la materia, y las colonias de aves están verdaderamente protegidas contra los cazadores, de modo que su presencia en aquellos islotes rocosos es constante; se ha asegurado así la persistencia de la capa de guano, que tan útil resulta para devolver su fertilidad a las tierras agotadas por el cultivo intensivo tal como hoy se practica.