Una notable figura cubana: Gertrudis Gómez de Avellaneda


Gloria de la poesía cubana, calificada como la mejor lírica en lengua castellana de su tiempo. Nació en Puerto Príncipe, el 23 de marzo de 1814, y sus dotes empezaron a manifestarse en ella desde su más tierna infancia. Cuando tenía seis años, compuso sus primeros versos a la memoria de su padre. En 1836, a la edad de 22 años y dotada de una vasta cultura, se trasladó a España. Al partir, escribió su famoso soneto de despedida a Cuba, que ha sido considerado como uno de los más bellos e inspirados. En 3839 publicó en Madrid su primera novela, titulada El Mulato Sao, de carácter abolicionista, y un año después dio a conocer su primer drama, Leoncio., que mereció los más cálidos elogios al ser representado en los teatros de España. Sus primeros poemas, publicados en Cádiz, aparecieron con el seudónimo de La Peregrina. Cultivó con igual maestría todos los géneros de la literatura. Su drama clásico Baltasar, de argumento bíblico, estrenado en 1848, ha sido considerado como su obra maestra y valió a su autora el sobrenombre de Melpómene moderna. En 1859 volvió a Cuba, donde fue recibida triunfalmente. Cinco años después regresó a España, donde murió el 2 de febrero de 1873. Entre sus mejores obras se cuentan: Guatimozín, novela histórica; Alfonso Munio, tragedia clásica de gran éxito, y Saúl, que, como la anterior, fue traducida a tres idiomas. Su última obra lírica (1866) fue el libro de oraciones titulado Devocionario Poético.