Las grandes figuras de la historia de Cuba durante el siglo XIX
Durante la ocupación inglesa, en Cuba comenzó a gestarse con más firmeza el ansia de libertad; la primera manifestación de rebeldía y separatismo fue la de 1811. Un año más tarde fracasó una rebelión racial que tuvo por consecuencia la trágica muerte del negro José Antonio Aponte. La primera agitación política hecha a cara descubierta, aunque por medio de sociedades secretas y logias masónicas, fue con motivo de la situación política de España en 1820, y el primer brote subversivo fue el conflicto ocurrido en La Habana con motivo de las elecciones de diputados a Cortes para la legislatura de 1823. La sociedad Soles y Rayos de Bolívar aspiraba a establecer la República de Cubanacán, conspiración en la que tomaba parte José María Heredia, inspirado poeta que cantó la rebeldía de los insurrectos y que por este motivo fue expulsado del país. José Aniceto Iznaga, José Agustín Arango y otros fueron a Caracas con el propósito de entrevistarse con el propio Bolívar para emprender la guerra de independencia de Cuba, pero no lograron verlo porque el Libertador se encontraba en Perú. En México (1825) constituyeron los emigrados cubanos la llamada Junta Promotora de la Libertad Cubana. En 1826, Francisco de Agüero y Manuel Andrés Sánchez, entusiasmados por la noticia de que Bolívar se proponía acudir en auxilio de los patriotas enviando a Jamaica delegados para vigilar el momento de realizar el ataque sobre Cuba, fueron a la isla inglesa y de allí regresaron para difundir la noticia y animar a los conjurados, pero fueron aprehendidos, juzgados como espías y condenados a la horca.
En 1829, tanto en México como en La Habana, existió la Gran Legión del Águila Negra, a cuyo frente actuaba Guadalupe Victoria, presidente de México. La conspiración fue descubierta cuando esperaba órdenes de Veracruz para realizar sus planes, y sus integrantes en La Habana fueron condenados a muerte. En 1834, José Antonio Saco, sostenedor de los ideales de la libertad y defensor de los esclavos negros, fue obligado por Tacón a abandonar a Cuba y refugiarse en Estados Unidos. Leopoldo O'Donnell (1844) superó los abusos de Tacón implantando un régimen de represión violenta. No se ha llegado a verificar si fue él mismo quien inventó las confabulaciones racistas y creó la Conspiración de la Escalera, en la que estaban complicados ilustres personajes y resultó víctima el poeta Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), mulato de Matanzas, quien fue fusilado en 1844. O'Donnell destituyó del cargo de gobernador de Trinidad a Narciso López, militar español, venezolano de nacimiento y caudillo de la conspiración de la Mina de la Rosa Cubana. López organizó en Nueva Orleáns una expedición de 600 hombres, desembarcó en Cárdenas en 1850, tomó la ciudad y reembarcó el mismo día para Cayo Hueso. El 12 de agosto de 1851 tuvo efecto el segundo desembarco de Narciso López en Playitas (Pinar del Río), pero cayó en manos de los españoles, que le dieron garrote en La Punta (La Habana).
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