ADVERBIO
EL ADVERBIO COMO CALIFICADOR
Nueva ocasión se nos presenta aquí para declamar, siquiera sea de paso, contra lo infundado, erróneo y antilógico de la nomenclatura gramatical, al ver defender a los preceptistas que semejante parte de la oración debe su nombre a que califica al verbo: ilusión es ésta que no tardaremos en desvanecer, dejando a los ejemplos que inmediatamente trasladamos, el que se encarguen de poner en evidencia lo falso de semejante común aseveración.
a) El ciervo corre VELOZMENTE.
b) Los años pasan MUY RÁPIDAMENTE.
c) Este niño es BASTANTE aplicado.
d) Su estancia AQUÍ y mi ausencia LEJOS obedecen a las leyes de la necesidad imperiosa.
Ahora bien, la simple enunciación de los ejemplos propuestos basta, y sobra, para echarse de ver desde luego como, si bien en el primer caso, a), califica el adverbio velozmente al verbo correr, en el segundo, b), califica el adverbio muy a otro adverbio, que es rápidamente; así como en c), califica bastante al adjetivo aplicado, y en d), califican respectivamente aquí y lejos a los nombres estancia y ausencia.
Véase, pues, cuánta razón nos asiste para declamar en contra de lo errónea que es hasta ahora la nomenclatura técnica gramatical, debido a lo sumamente cómodo que es el pensar por cuenta ajena más que el pensar por cuenta propia, con lo cual, copiándose los preceptistas unos a otros y descansando en la buena fe del magister dixit, es como se perpetúan los errores al través de los siglos y de las generaciones.
El adverbio como calificador
Clasificación de los adverbios
Adverbios terminados en mente
El adverbio como hábito y el modo adverbial como acto
El adverbio subjetivo y el modo adverbial objetivo
Adverbios y frases adverbiales
Terminaciones de los adverbios