LA PESCA


Millares y millares de hombres y mujeres se ocupan en extraer del mar el alimento para sí y para sus semejantes. Muchísimos intervienen también en la preparación de conservas de pescado. No menos numerosos son los que trabajan en tierra en la fabricación y reparación de barcos, redes y otros utensilios de pesca; o preparan cajas, latas y barricas en los que acondicionan el producto de la pesca, o están empleados en su transporte y venta.

Se utilizan además, en esta operación innumerables barcos, grandes y pequeños, y el valor del alimento obtenido por los pescadores es de muchos millones de pesos.

El hombre come pescado desde los tiempos más remotos. Todos los salvajes que viven a la vera del agua comen pescado y son muy hábiles para pescar. En los tiempos bíblicos hubo muchos pescadores que se servían de redes y anzuelos, principalmente de aquéllas. A través de toda la historia de la humanidad encontramos narraciones sobre pescadores y su ocupación, y es que el hombre obtuvo de las aguas, tanto dulces como saladas, una gran parte de su alimentación diaria.