HISTORIA DEL TÉ Y SU CULTIVO
La planta conocida con este nombre parece haber sido originaria del Assam superior, comarca meridional de China.
Es sumamente difícil precisar con exactitud desde cuándo ha sido empleado el té. Se dice que un escritor chino, el autor del célebre libro Pentsao, describía esta planta 2.700 años antes de Jesucristo, suministraba noticias minuciosas referentes a ella y al empleo de sus hojas en infusión, y que también alude a ella Confucio en un poema, unos 500 años antes de la Era cristiana.
Parece ser que, al principio, el té fue sólo utilizado como medicina; sin embargo, Yo-Lu, escritor que vivió a fines del siglo ix de nuestra Era, dice que se bebía té en el siglo vi y que en el siglo viii se extendió tanto su uso, que fue sometido a impuesto.
Dícese también que los japoneses conocieron ya la acción estimulante del té hace más de mil años. En esta creencia está fundada la leyenda de Darma, el sacerdote hindú llegado a China en el año 511, para instruir a los habitantes en las doctrinas de su dios. Cuenta la leyenda que Darma, después de haber pasado largos años en vela, dedicado a la meditación, soportando las inclemencias del tiempo, haciendo penitencia y ayunando, sucumbió por fin al cansancio y agotamiento físico, y se quedó dormido. Lleno de horror al pensar que había faltado a sus votos, y resuelto a impedir que el sueño lo venciera por segunda vez, se cortó ambos párpados, por considerarlos instrumentos de su falta, y los arrojó al suelo. Al día siguiente, de cada párpado nació una planta, la del té, cuyas hojas, en infusión, son especialmente adecuadas para alejar el sueño.
Durante la Edad Media no llegó noticia alguna del té a Occidente; podemos deducir de esto que aún en China no estaba muy extendido su emoleo como bebida. Sólo así se explica que Marco Polo, tan bien informado sobre los usos y costumbres de los chinos, nada dijese de él. El conocimiento de esta bebida llegó a Venecia, por intermedio de un mercader persa, allá ñor el año 1550, sin que se le concediera atención alguna. El té llegó a Rusia, Alemania e Inglaterra a mediados del siglo xvii, y fue en este último país donde se abrió la primera casa para venta de té en Europa en 1658. Al poco tiempo se había convertido en bebida característica de los ingleses.
La palabra té proviene de la provincia china de Tokien, famosa por el té, en donde éste se llama Tscha o Tschai (che). En ciertas provincias chinas dichas palabras se pronuncian te.
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