Por qué el poder del microscopio común es limitado
Por admirable que sea el mundo de los seres invisibles que el microscopio ha revelado a la curiosidad científica del hombre, la capacidad de aumento del microscopio común es limitada. Fácil es explicarnos por qué; el rayo luminoso consiste en ondas electromagnéticas, semejantes a las ondas invisibles que las antenas de las radioemisoras lanzan al espacio. Los receptores captan estas ondas y las transforman en sonidos. La luz, pues, no es otra cosa que ondas electromagnéticas con una cierta longitud; para dar una idea de la magnitud de dicha longitud de onda digamos que 2.000 de ellas caben aproximadamente en un milímetro. Ahora bien, ningún objeto cuyas dimensiones sean inferiores a la longitud de las ondas luminosas es perceptible en el campo visual del microscopio, por poderosas que sean las lentes de éste. Un microbio cuyo tamaño no alcance a las cuatro diezmilésimas partes de un milímetro queda invisible, pues con dicho tamaño resultará menor que la longitud de onda de cualquier onda luminosa; por lo tanto, al no poder reflejar la luz, quedará sin iluminar y no se lo podrá ver. Por ello, incluso los más poderosos de los microscopios comunes encuentran un límite para su poder de aumento. En realidad, ni el mejor de todos puede aumentar más de 2.000 veces.
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