La frambuesa silvestre busca los terrenos soleados


Cerca de la uva espina, pero en terreno más soleado, generalmente crece otra especie, arbusto de frágiles y descarnadas ramas, cuyo fruto tiene gran semejanza con las frambuesas cultivadas, aunque es seco y de sabor desagradable. Los tallos de esta planta se desarrollan en matas esnesas; las grandes hojas son de un verde pálido, y los rizados pétalos, teñidos de brillante color rojo, contrastan hermosamente con las hojas que son ternadas y están cubiertas de pelusilla. Sus frutos, coloreados de vivo escarlata, y de forma algo aplastada, son también vellosos. A este arbusto se lo conoce asimismo con el nombre de frambueso florido, porque hacia fines de verano está cubierto de una profusión de flores muy semejantes a las del rosal silvestre, a cuya familia pertenece.

En los bosques de la montaña, durante el verano, encontraremos muchos rincones donde las frambuesas, escondidas bajo las afelpadas hojas, nos esperan como un delicioso manjar.