Algunas otras familias: campanuláceas, primuláceas, borragináceas, solanáceas, etc.
Existen tantas familias de plantas que es imposible describirlas aquí todas. Mencionaremos la de las campanuláceas, de la cual son miembros 1.000 especies distribuidas principalmente en las zonas templadas y en los distritos tropicales montañosos. Muchas se cultivan para adorno; tales, las campanillas con sus hermosas flores de corola acampanada, blanca, azul o púrpura.
La familia de las primuláceas posee, además de las prímulas o primaveras, los ciclámenes, tan conocidos. A la familia de las gencianáceas pertenece la genciana, con flores amarillas, y la genciana acaule con su hermosa flor azul; la centaura o centaurea y el trébol acuático. La familia de las borra-gináceas debe su nombre a la borraja, cuyas flores son de un precioso matiz azul; pertenecen a la misma la buglosa o lengua de buey, la pulmonaria, el miosotis o nomeolvides y la cinoglosa o lengua de perro.
La familia de las solanáceas comprende plantas como la patata, el tabaco, el tomate, la hierba mora, etcétera; la de las escrofulariáceas, otras como la verónica, la digital y el conejito; la de las labiadas cuenta miembros como la salvia, la menta, el espliego y el orégano; la de las amarilidáceas, incluye, entre otros, el nardo, los agaves, el junquillo, y el narciso, etcétera.
Veremos ahora tres familias totalmente distintas a las que hemos estudiado anteriormente.
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