Las barbas o ballenas le sirven al animal de este nombre para pescar como con una red


Las barbas de ballena, que todos conocemos, no son huesos sacados del cuerpo del animal, sino trozos de la red de placas que le cuelgan de la parte superior de la boca. En la boca de las vacas se observa una serie de pliegues anchos y duros; también los tiene la ballena, pero son mucho más grandes. Esas placas son espesas y macizas en la base, pero van disminuyendo gradualmente hasta sus extremidades, que presentan el aspecto de pelos; y consisten, realmente, en pelos endurecidos y transformados en una masa córnea, con un remate en forma de franja. Hay de 300 a 400 de esas placas a cada lado de la mandíbula superior; y su peso, en las ballenas grandes, llega a ser, en ocasiones, hasta de tonelada y media.

¿De qué sirve ese gran bosque de ballenas en la boca del animal? La boca de la ballena es como una inmensa red. A pesar de ser el animal más grande que hay en el mundo, la ballena se alimenta de camarones y otros crustáceos y peces muy pequeñitos. Ha de cogerlos a montones para saciar su apetito, pues de lo contrario se moriría de hambre; de manera que, para comer, atraviesa nadando un banco formado por los animales que le sirven de alimento. Para descubrirlo se vale de la vista y también, probablemente, del olfato. Se lanza, pues, a través del banco, con su enorme boca abierta, y los animalitos van entrando en ella a montones. Luego, las grandes mandíbulas se cierran como un puente levadizo, replegándose las ballenas hacia la garganta. Las presas quedan cogidas entre la red de excrecencias córneas y pelos que cubren el paladar del monstruo, y caen sobre la lengua de éste cuando aquellos apéndices vuelven a descender, mientras el agua sale a torrentes por los lados de la boca. Entonces el cetáceo engulle el producto de su presa.